Cada mujer al menos una vez en su vida se ha enfrentado a la situación en la que un hombre con el que había hecho planes o mantenía conversaciones agradables desaparece repentinamente sin dejar rastro.
Cada mujer al menos una vez en su vida se ha enfrentado a la situación en la que un hombre con el que había hecho planes o mantenía conversaciones agradables desaparece repentinamente sin dejar rastro. Esto siempre es doloroso, absurdo y a menudo genera una gran cantidad de preguntas. Pero, ¿deberías entrar en pánico y buscar la causa en ti misma? ¿O existen otras formas de lidiar con esta situación inesperada? Vamos a analizar por qué los hombres desaparecen.
Uno de los escenarios más comunes. Un hombre puede comenzar una relación contigo, pensar que todo va bien, y luego darse cuenta de que no está listo para compromisos serios. Tal vez le bastaban encuentros informales o conversaciones, y cuando comenzaste a esperar algo más, prefirió desaparecer para evitar una conversación incómoda.
Algunos hombres simplemente temen la responsabilidad. El miedo al compromiso, la apertura y la honestidad puede hacer que huyan. No es tu culpa; esas personas simplemente no están listas para una relación y no saben cómo manejar la seriedad de la situación.
Sí, esto es incómodo, pero a veces la razón de la desaparición es una nueva chica. Esto no significa que no seas lo suficientemente buena o interesante. Simplemente, pudo haber encontrado a alguien que encajara más con sus expectativas o necesidades actuales.
Si la relación se complicó, el hombre pudo haberse asustado y optado por huir en lugar de enfrentar el problema. Esto es típico en personas que evitan la confrontación y prefieren no resolver los problemas, sino escapar de ellos.
Algunos hombres ven las relaciones como un juego. Pueden mostrar un interés genuino, y luego, tan pronto como se sienten atraídos por algo nuevo, desaparecen. Esto es muy mezquino, pero no tiene nada que ver contigo personalmente.
A veces su desaparición puede estar relacionada con crisis internas o problemas externos. Si el hombre realmente te valoraba, te habría contado lo que estaba sucediendo. El silencio en tales situaciones es una señal de que simplemente le resulta incómodo o no está listo para ser abierto.
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