Eva Longoria es una de esas mujeres cuya energía, talento y sabiduría de vida inspiran a millones de personas. Recientemente, en una entrevista con Byrdie, habló abiertamente sobre los cambios en su vida y cómo la maternidad ha influido en su carrera y en sus prioridades personales.
Eva Longoria es una de esas mujeres cuya energía, talento y sabiduría de vida inspiran a millones de personas. Recientemente, en una entrevista con Byrdie, habló abiertamente sobre los cambios en su vida y cómo la maternidad ha influido en su carrera y en sus prioridades personales.
Hoy en día, Eva Longoria evita participar en escenas explícitas y sesiones fotográficas provocativas, ya que su prioridad es el respeto hacia su hijo de seis años. La actriz admite que ahora piensa en cómo su hijo percibirá su trabajo en el futuro.
«Definitivamente pienso más en lo que quiero mostrar al mundo, porque mi hijo lo verá. Me pregunto si se sentirá orgulloso de algo o si le resultará incómodo», comparte Eva.
Es un enfoque maduro y conmovedor que demuestra cómo la maternidad no solo cambia la vida, sino también la actitud hacia la profesión. Incluso al revisar sus antiguas sesiones fotográficas, Longoria se sorprende pensando: «Dios mío, algún día lo verá».
Longoria destaca que su ética de trabajo y su confianza son el resultado de la influencia de las mujeres de su familia. Su madre, sus hermanas y sus tías fueron ejemplos vivos de fortaleza, independencia y bondad. Gracias a este entorno, Eva siempre supo que el éxito era solo cuestión de trabajo duro y confianza en uno mismo.
«Sabía que tendría éxito porque estaba rodeada de mujeres exitosas: mi madre, mis hermanas y mis tías eran independientes, fuertes, inteligentes y generosas», recuerda la actriz.
Esta primavera, Longoria celebró su 50 cumpleaños y confesó que, con la edad, su visión de la vida se ha vuelto mucho más clara. Ahora no teme decir «no» a proyectos y ofertas que no coinciden con sus valores.
«Cuando eres joven, tienes que decir “sí” a cada oportunidad para descubrir lo que realmente quieres. Pero ahora que tengo 50 años, priorizo de manera diferente. Estoy organizando mi vida para ser muy específica sobre cómo quiero que se vean los próximos 50 años».
Eva está convencida de que envejecer no da miedo si lo haces con gracia. Se siente agradecida de poder mantenerse activa, hacer deporte, pasear con su hijo y disfrutar de la vida.
«No tengo miedo de envejecer. Solo quiero hacerlo con elegancia. Estoy agradecida por la oportunidad de moverme, hacer ejercicio, subir montañas y jugar con mi hijo».
La historia de Eva Longoria es un recordatorio de que la madurez no es un momento para lamentar el pasado, sino una oportunidad para replantear objetivos y establecer prioridades. Ella demuestra que ser mujer significa ser fuerte, sabia y capaz de elegirse a una misma incluso en tiempos de cambio.
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