Intimidad de miles de millones: Lauren Sánchez revela los secretos de su boda veneciana para Vogue

A punto de comenzar un nuevo capítulo en su vida, Lauren Sánchez, de 55 años —esposa del multimillonario Jeff Bezos, presentadora de televisión y exreportera— demuestra que el verdadero poder femenino no tiene edad.

A punto de comenzar un nuevo capítulo en su vida, Lauren Sánchez, de 55 años —esposa del multimillonario Jeff Bezos, presentadora de televisión y exreportera— demuestra que el verdadero poder femenino no tiene edad. En una exclusiva sesión de fotos para la edición digital de Vogue, no solo posa con deslumbrantes looks de Dolce & Gabbana, sino que también comparte sus sueños, emociones y los secretos de la preparación de una boda que, pese a su escala mediática, fue sorprendentemente íntima y profundamente suya.

En la portada aparece con un nuevo apellido: Sánchez Bezos. No es solo un cambio de nombre, sino el símbolo de una transformación interior. En la entrevista, Lauren confiesa que ha cambiado en los últimos años, no por el dinero o la fama, sino por amor. “Él no me cambió, me reveló”, dice sobre Jeff. “Con él me siento segura. Me siento vista y escuchada. Me permite ser quien soy —y no tener que disculparme por ello.”

Aunque el mundo entero habla de la boda en Venecia, la propia novia la describe como “íntima”. De los 200 invitados, 70 eran familiares. Lauren quería una ceremonia clásica, elegante y… muy personal. Respetó algunas tradiciones: el novio no vio el vestido antes del gran día, y su look incluía “algo prestado” (unos pendientes de Dolce & Gabbana) y “algo azul” —un misterioso recuerdo que trajo del espacio.

La elección del vestido merece una película aparte. La inspiración fue Sophia Loren en la película La casa flotante. Aunque al principio Lauren pensaba en diseños más atrevidos, con escotes profundos y sin mangas, finalmente optó por un modelo cerrado y “atemporal”, que requirió 900 horas de trabajo artesanal. Para que quedara perfecto, perdió 1,6 kg eliminando el alcohol y la sal de su dieta.

En la sesión para Vogue, también mostró otro look nupcial: un vestido de terciopelo color burdeos, inspirado en los dogos de Venecia. Y su elección de ciudad tampoco fue casual: se la recomendaron Domenico Dolce y Diane von Fürstenberg, quien incluso ofreció su propio palacio para la primera cena.

El estilismo estuvo a cargo de Tabitha Simmons, y las fotos fueron tomadas por Tierney Gearon. Los atuendos se eligieron no solo para Lauren, sino para toda la familia —todo en el estilo audaz, vibrante y apasionadamente italiano de Dolce & Gabbana.

Lauren Sánchez nos recuerda que el estilo no es una marca. Es una voz. La voz de una mujer que, por fin, se escucha a sí misma. Y que ya no tiene miedo de ser quien realmente es.