Deva Cassel no es solo la hija de las icónicas Monica Bellucci y Vincent Cassel. Con determinación, recorre su propio camino, explorando el cine y la moda, a pesar de las constantes comparaciones con sus padres.
Deva Cassel no es solo la hija de las icónicas Monica Bellucci y Vincent Cassel. Con determinación, recorre su propio camino, explorando el cine y la moda, a pesar de las constantes comparaciones con sus padres. En una nueva entrevista con Madame Figaro, la actriz de 20 años habló sobre la influencia de su familia, su amor por el cine y la historia de amor que nació en un rodaje.
La serie El Gatopardo, donde Deva interpreta a la rica heredera Angélica, está a punto de estrenarse en Netflix. Sin embargo, la actriz admite que las preguntas sobre su apariencia y las comparaciones con sus padres a veces le resultan abrumadoras. "Me preguntaron cómo sería mi vida si no fuera hermosa. ¿Cómo se puede responder a una pregunta así? Me encantan las transformaciones, tanto en el cine como en la moda, me gusta volverme irreconocible", confiesa Cassel.
Deva prácticamente vive con la maleta en la mano: pasa tiempo en París, Roma y Río de Janeiro, y creció en una escuela internacional. Habla con fluidez francés, italiano, inglés, español y portugués, lo que le permite sentirse cómoda en cualquier parte del mundo. "Para mí, un hogar son las personas, no un lugar", admite la actriz.
Durante el rodaje de El Gatopardo, Deva conoció al actor Saul Nanni. Fue ella quien dio el primer paso: "Apenas hablábamos y sentí cierta frialdad. Así que lo invité a tomar algo. Poco a poco nos fuimos atrayendo más, y cuando me fui durante dos semanas, me di cuenta de que lo extrañaba. Cuando volví, surgió nuestra historia de amor y, desde entonces, estamos juntos".
A pesar de su "talento heredado", Deva se resistió durante mucho tiempo a la actuación, prefiriendo una carrera como modelo. "Me cansé de que todos supieran mi futuro mejor que yo. No quería hacer cine solo porque mis padres son actores", dice. Sin embargo, con el tiempo cambió de opinión. "Sí, es más fácil abrir puertas, pero una vez dentro, hay que demostrar el talento. Sé lo que implica el trabajo público, pero a veces me gustaría vivir sin la fama".
Deva Cassel no intenta copiar a sus padres: está construyendo su carrera en sus propios términos. Su camino en el cine apenas comienza, pero ya es evidente que no es solo "la hija de Bellucci y Cassel", sino una joven fuerte y ambiciosa, lista para grandes papeles.
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