Linda Evangelista: De la belleza de los 90 a la fuerza interior y la aceptación de uno mismo

La modelo cuyo nombre se convirtió en sinónimo de elegancia y estilo inigualable, Linda Evangelista, fue durante décadas un ícono de la moda mundial.

La modelo cuyo nombre se convirtió en sinónimo de elegancia y estilo inigualable, Linda Evangelista, fue durante décadas un ícono de la moda mundial. Recordamos su famosa frase: "No me levantaré de la cama por menos de 10.000 dólares", que se convirtió en un símbolo de éxito y confianza en sí misma. Sin embargo, con el tiempo, Linda se ha convertido en un ejemplo no solo de belleza, sino también de una increíble fuerza interior.

En una entrevista de abril para Harper's Bazaar, la modelo de 59 años habló sobre las duras pruebas que cambiaron su vida. Bajo las luces de los focos y frente a las cámaras, fue conocida por millones, pero hoy comparte abiertamente su lucha personal.

En 2021, Linda hizo una confesión que sorprendió a sus seguidores: después de un tratamiento de criolipólisis, un procedimiento para reducir la grasa subcutánea, su cuerpo y rostro sufrieron cambios raros e irreversibles. En lugar del efecto prometido —la pérdida de grasa sin dolor— se enfrentó a "protuberancias dolorosas" que transformaron su apariencia. La modelo afirma que perdió su identidad y que su rostro dejó de ser el suyo.

"No quería mirarme al espejo. No me gustaba, no me sentía bien conmigo misma", confesó Linda. Estas palabras no solo sorprenden, sino que nos muestran que incluso las personas increíblemente exitosas como ella enfrentan demonios personales. Incluso Linda Evangelista, que conquistó el mundo, estuvo al borde de la destrucción por los cambios en su apariencia tras el procedimiento fallido.

La confesión de Linda sobre no poder mirarse al espejo no pasó desapercibida. Esta revelación no es solo una historia sobre la apariencia, sino sobre la importancia de aprender a quererse a uno mismo a pesar de la pérdida del ideal físico. Ella admite que, a pesar de sus intentos exitosos de corregir las secuelas con dos cirugías, no logró recuperar su forma anterior.

Pero lo sorprendente es cómo ha cambiado su relación con la vida y el envejecimiento. "No me importa cómo envejezco, no tiene que ser necesariamente elegante. Solo quiero envejecer, y no quiero morir", dice Linda, encontrando fuerza en la aceptación. Hoy en día, ya no se preocupa por su aspecto y valora más la oportunidad de vivir y ser feliz, sin importar lo que el espejo refleje.

Linda nos recuerda la importancia de dejar de aspirar a la perfección impuesta por la sociedad. Todos somos diferentes, y a veces la verdadera felicidad reside simplemente en aceptarnos tal como somos.

El camino de Linda no se limita solo a su lucha contra su apariencia. En la entrevista también comparte cómo ha cambiado su transformación interna. La modelo admite que cuando estaba en el auge de su carrera, nunca le dijeron que era hermosa. "Te decían que tu cabello era maravilloso, que tus piernas eran buenas, pero nunca me dijeron: 'Linda, eres preciosa'", recuerda.

Ahora, al mirar atrás, se da cuenta de la importancia de reconocer la belleza en las personas. Le enseña a su hijo Augustin lo importante que es la belleza interior y a menudo le recuerda lo hermoso que es. Tal vez esta sabiduría haya llegado con los años, con las experiencias y las dificultades de la vida que Linda ha superado.