Nosotras, las mujeres, a menudo soñamos con relaciones igualitarias e inspiradoras. Pero a veces, sin darnos cuenta, comenzamos a asumir el papel de juez y controlador, convirtiendo el amor en una lucha por el poder.
Nosotras, las mujeres, a menudo soñamos con relaciones igualitarias e inspiradoras. Pero a veces, sin darnos cuenta, comenzamos a asumir el papel de juez y controlador, convirtiendo el amor en una lucha por el poder. Si sientes que en tu relación ha disminuido la calidez y la confianza, quizás la causa sea un sesgo oculto hacia tu pareja. Aquí tienes siete señales de que estás oprimiendo a tu hombre —y consejos sobre cómo solucionarlo.
“¡Otra vez lo hiciste mal!” — una frase que destruye cualquier esfuerzo del hombre. Cuando la crítica se vuelve habitual, él deja de confiar en sí mismo y se distancia.
Cómo cambiar la situación:
Cambia el enfoque de su personalidad a acciones concretas. En lugar de decir “Eres desordenado”, di “Me molesta ver las cosas tiradas, vamos a decidir dónde guardarlas”. Así mantienes el respeto y evitas devaluar sus esfuerzos.
¿Vuelves a aparcar el coche, lavas los platos o discutes con él frente a amigos? Esto no es solo perfeccionismo, es una señal de que no crees que pueda manejar las cosas.
Cómo cambiar la situación:
Deja ir el control. Permite que tu pareja tome decisiones —que pague las cuentas, elija la ruta de las vacaciones o repare un enchufe. Déjale sentir que confías en él.
Si te sorprendes pensando “mejor lo digo yo”, no le estás permitiendo ser escuchado. Con el tiempo, simplemente dejará de hablar, no por tranquilidad, sino por frustración.
Cómo cambiar la situación:
La próxima vez, cuenta hasta cinco antes de intervenir. Escuchar activamente no es debilidad, es un signo de madurez y amor.
Los chistes sobre ingresos, apariencia o sus “cualidades masculinas” duelen más de lo que crees, especialmente si se dicen frente a otros.
Cómo cambiar la situación:
Antes de bromear, imagina que tu hijo, hermano o padre está cerca. ¿Querrías que lo humillaran de la misma manera? Si la respuesta es no, cambia el tono. Y no tengas miedo de disculparte si exageraste.
Si exiges informes sobre sus gastos o te molesta que salga con sus amigos, eso no es cuidado, es desconfianza.
Cómo cambiar la situación:
Sepárense los espacios personales: cada uno debe tener una cantidad “solo para sí mismo” y derecho a tiempo a solas. La libertad es una parte esencial del amor.
Frases como “Los hombres de verdad no lloran” no motivan, enfrían. Un hombre deja de sentirse vivo cuando no se le permite sentir.
Cómo cambiar la situación:
Deja de avergonzarlo por sus emociones. Escucha, apoya y comparte tus propios sentimientos. La cercanía emocional es lo que crea una pareja real, no el control perfecto.
Repara, gana dinero, ayuda —y tú solo notas los errores. Esto destruye la motivación lenta pero segura.
Cómo cambiar la situación:
Haz una lista de todo lo que hace por ustedes. Agradécele. Incluso un simple “Gracias por cuidarnos” puede devolver el calor y el respeto a la relación.

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