Un hombre exitoso y un fracasado son dos tipos de pareja completamente diferentes, y eso se nota no solo en sus logros, sino también en su actitud hacia ti como mujer.
Un hombre exitoso y un fracasado son dos tipos de pareja completamente diferentes, y eso se nota no solo en sus logros, sino también en su actitud hacia ti como mujer.
A veces, incluso los detalles más pequeños pueden mostrar cómo estas relaciones impactan en tu vida y apariencia.
Cuando te haces la manicura o pedicura, a un hombre exitoso le gusta ver tus dedos bien cuidados. Aprecia cuando te ves bien, porque eso refleja tu cuidado por ti misma y por vuestra relación. Ve belleza en ti, y eso lo hace feliz. Para él, no son “tonterías” — es parte de tu individualidad y estilo.
Sin embargo, con un fracasado es diferente. Él mirará tus manos bien cuidadas con irritación, ya que lo verá como dinero malgastado. No entiende por qué es importante, y comienza a sospechar que estás gastando dinero en ti misma en lugar de asegurarte de “cosas más importantes” para él. “¿No tienes nada más que hacer?” — esa es normalmente su reacción. Y aunque diga que te ama tal como eres, no valorará tu apariencia.
Un fracasado suele empezar a sentirse celoso cuando compras ropa nueva. Un hombre exitoso, en cambio, se sorprenderá de lo increíble que te ves en tu nuevo conjunto. El fracasado empezará a acusarte de gastar el último dinero en eso, y no le gustará. En lugar de mirarte con orgullo, empezará a sospechar que compraste ropa nueva porque quieres impresionar a alguien más.
Esto sucede porque un fracasado no entiende por qué debes verte digna. Él está cómodo con su visión de una mujer que “debería estar en casa y no comprar nuevos vestidos”. No quiere que seas mejor de lo que eres — le basta con cómo te ves para él. Un hombre exitoso entiende que tu buen aspecto también es su orgullo, mientras que un fracasado simplemente te acepta “tal y como eres” — y eso no siempre es algo bueno.
Desafortunadamente, los fracasados pueden hacer que una mujer envejezca, pierda actividad intelectual y se perjudique su salud. La presión constante, la desvalorización y la falta de apoyo hacen que una mujer no pueda florecer en una relación así. Ellos intentan justificar esto con su “pobre amor”, pero en realidad, este enfoque solo hace daño. Es importante estar con un hombre que te ayude a desarrollarte, y no con aquel que te frene de alcanzar tus logros.
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