Todos hemos visto en películas o libros escenas en las que los protagonistas se arrancan la ropa apenas cruzan la puerta del dormitorio. Desafortunadamente, en la vida real, esto rara vez sucede. Trabajo, responsabilidades, hijos, cansancio — y ya es de noche y el deseo sexual ha desaparecido. Y eso está perfectamente bien.
Todos hemos visto en películas o libros escenas en las que los protagonistas se arrancan la ropa apenas cruzan la puerta del dormitorio. Desafortunadamente, en la vida real, esto rara vez sucede. Trabajo, responsabilidades, hijos, cansancio — y ya es de noche y el deseo sexual ha desaparecido. Y eso está perfectamente bien.
Pero si quieres volver a encender la chispa y tratar de ponerte en mood para la intimidad, aquí tienes algunos métodos comprobados que realmente funcionan.
A menudo, la falta de deseo se debe al cansancio o al agotamiento emocional. Intenta descansar más, hacer ejercicio o simplemente relajarte y dedicarte tiempo. Una alimentación saludable, reducir el alcohol y dejar de fumar también pueden tener un efecto positivo en la libido.
El aburrimiento mata el deseo. Introduce algo inusual en tu vida sexual: juguetes, juegos de roles o simplemente un cambio de ambiente. Incluso un fin de semana corto en un hotel acogedor puede devolver la chispa perdida. Si tú y tu pareja hacen listas de deseos y las comparten, esto fortalecerá el vínculo emocional y facilitará ponerse en mood para el sexo.
Sí, suena banal, pero fijar un momento para el sexo con anticipación puede ser un gran alivio. Así preparas cuerpo y mente, sin pensar en otras obligaciones, y puedes entregarte por completo a tu pareja.
El estrés es el enemigo número uno de la libido. El deporte, la meditación, ejercicios de respiración y un sueño adecuado ayudan a reducir la tensión. Encuentra tu método de relajación y practícalo con regularidad.
Pensar en lo que te excitaba antes y compartirlo con tu pareja puede ayudar. Coquetear por mensajes, hacer sexting, leer o ver contenido erótico juntos puede despertar el deseo.
La masturbación es una forma eficaz de «calentarse» cuando no tienes ganas. Conoces tu cuerpo mejor que nadie, así que ¿por qué no explorarlo? Prueba también la masturbación mutua con tu pareja: puede ser una excelente manera de fortalecer la intimidad.
Si siempre haces el amor por la noche, prueba hacerlo por la mañana o durante el día. Cuando estás descansado/a y fresco/a, el deseo llega mucho más fácilmente.

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