En un mundo donde las oportunidades son más numerosas que nunca, la elección parece al mismo tiempo una bendición y una maldición. Esto es especialmente cierto en las relaciones románticas.
En un mundo donde las oportunidades son más numerosas que nunca, la elección parece al mismo tiempo una bendición y una maldición. Esto es especialmente cierto en las relaciones románticas. ¿Alguna vez has sentido que la pareja ideal está en algún lugar, más allá del horizonte, y que simplemente no puedes decidirte por una sola persona? Bienvenida a la era de la «parálisis de elección».
Los psicólogos llaman así al estado en el que demasiadas opciones generan estrés e inacción. En el contexto de las relaciones, significa la incapacidad de entregarse por completo a una pareja, porque una voz interna repite constantemente: «¿Y si hay alguien mejor en algún lugar?»
En realidad, es como un test eterno de «¿y si…?» : «¿Y si él no es perfecto?» «¿Y si pudiera encontrar a alguien más interesante?» Y mientras reflexionamos, la vida pasa y la felicidad se pospone.
El psicólogo estadounidense Barry Schwartz, en su libro La paradoja de la elección, escribió que la libertad de elección, si es excesiva, se convierte en estrés. Hace décadas, el círculo de posibles parejas estaba limitado a conocidos y vecinos. Hoy, millones de perfiles en internet y redes sociales crean la ilusión de que en algún lugar existe la persona ideal.
A esto se suma el FOMO —miedo a perder algo mejor. Incluso estando en una relación estable, las personas con parálisis de elección mantienen distancia emocional, comparan a su pareja con el «ideal» y piensan constantemente que podrían perder la oportunidad de alguien más adecuado.
El miedo al compromiso también es importante. Elegir una pareja seria significa renunciar a otros escenarios de vida. Para algunos, esto es casi un terror existencial. El miedo al rechazo y el perfeccionismo agravan la situación: se quiere encontrar a la persona ideal y se teme cometer un error.
Las personas solteras suelen:
Quienes ya están en una relación pero sufren parálisis de elección:
Si te reconoces en estas señales, es hora de cambiar el enfoque de la búsqueda del «ideal» a la construcción de una relación real y de calidad.
1. Deja de ser un «maximizador», conviértete en un «satisfecho»
Los maximizadores buscan la perfección, los satisfechos se conforman con «lo suficientemente bueno». Identifica de 3 a 5 cualidades clave que tu pareja debe tener y concéntrate en ellas.
2. Limita el campo de elección
La higiene digital es salvadora. Los sitios y apps de citas pueden consumir horas y generar FOMO. Dedica como máximo 30 minutos al día a esto o haz una pausa.
3. Trabaja tus miedos profundos
¿Por qué te resulta difícil confiar y quedarte con una sola persona? ¿Temes repetir los errores de tus padres, ser traicionada o asumir compromisos? La autorreflexión ayuda, y si no, un psicólogo puede ser un gran apoyo.
4. Acepta el riesgo
Toda relación conlleva el riesgo de decepción. Aceptarlo permite actuar en lugar de quedarse paralizada esperando el momento o la persona perfecta.

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