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Sabrina Carpenter a través del objetivo de Steven Meisel: un nuevo sex-símbolo al estilo de Madonna y Monroe

Sabrina Carpenter es un nombre nuevo que el mundo de la moda y la música no podrá olvidar. Su éxito con el sencillo "Espresso" arrasó en las listas, y su victoria en los Grammy 2025 consolidó definitivamente su estatus como la diva pop de la nueva generación.

Sabrina Carpenter es un nombre nuevo que el mundo de la moda y la música no podrá olvidar. Su éxito con el sencillo "Espresso" arrasó en las listas, y su victoria en los Grammy 2025 consolidó definitivamente su estatus como la diva pop de la nueva generación. Ahora Sabrina conquista otro hito: su primera portada de Vogue en su carrera. ¿Y quién mejor que el legendario fotógrafo Steven Meisel para capturar este momento?

En las fotos para Vogue, Carpenter se transforma en una amalgama de Madonna y Marilyn Monroe — dos mujeres icónicas que alguna vez cambiaron la percepción de la belleza, la audacia y la libertad femenina.

Este estilo encaja perfectamente con la estética de Carpenter, quien juega activamente con las imágenes del pasado en su trabajo creativo. Su música, videos y looks en el escenario están impregnados de glamour retro, pero siguen siendo ultramodernos.

¿Por qué fue elegido Steven Meisel para este momento histórico? Es simple. Meisel y Madonna están ligados por muchos proyectos icónicos, desde sus sesiones fotográficas de los 80 y 90 hasta el legendario libro Sex.

El fotógrafo es un verdadero maestro en la creación de no solo fotos, sino manifiestos visuales en los que cada detalle habla de la fuerza interna de la mujer. Su estilo es audaz, sincero y sensual sin tapujos, lo que encaja perfectamente con la imagen de Sabrina.

Carpenter continúa la tendencia del regreso de la sensualidad retro, pero lo hace con una mirada más consciente. Su protagonista no es solo una rubia perfecta en un vestido elegante. Es una mujer que controla su sexualidad y no tiene miedo de hacerla saber.

En una época en que la moda y la música buscan constantemente un equilibrio entre la novedad y la nostalgia, Sabrina Carpenter demuestra que lo clásico nunca pasa de moda, siempre y cuando se presente con audacia y frescura.

¿Está lista para convertirse en la nueva Madonna? Tal vez. Pero una cosa es segura: su camino apenas comienza, y Vogue es solo el primer capítulo de esta historia.

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