Pamela’s Pickles: cómo Pamela Anderson convirtió el pepinillo en conserva en un objeto de deseo

Pamela Anderson sabe cómo sorprender. Antes conquistaba las playas con su traje de baño rojo, y hoy conquista el mundo… con un frasco de pepinillos en conserva. Pero no unos cualquiera: estos huelen a rosas, parecen una obra de arte y llevan consigo una misión benéfica.

Pamela Anderson sabe cómo sorprender. Antes conquistaba las playas con su traje de baño rojo, y hoy conquista el mundo… con un frasco de pepinillos en conserva. Pero no unos cualquiera: estos huelen a rosas, parecen una obra de arte y llevan consigo una misión benéfica.

Estos pepinillos tienen un linaje digno de un champán de añada. La receta proviene de su bisabuela Vi, una legendaria anfitriona que ganaba concursos de cocina y siempre lucía como una estrella: accesorios brillantes, café en mano, sonrisa radiante y un frasco de sus famosos pepinillos.

La base es clásica — eneldo, mostaza, ajo. Pero Pamela pensó: «¿Por qué no añadir un poco de magia?» — e incorporó pétalos de rosa secos a la receta. Para darle un toque picante: pimienta rosa, chile guajillo y sal marina ahumada. ¿El resultado? Un sabor que combina la delicadeza de una flor con la audacia de las especias.

Cada frasco de Pamela’s Pickles es una pequeña galería. Etiquetas con motivos florales, una paleta de colores refinada, un diseño cuidado de Flamingo Estate. No es solo comida — es un accesorio de cocina elegante, ideal para regalar a una amiga o colocar junto a los libros de cocina.

Precio: entre 35 y 38 dólares por frasco, y el 100 % de los beneficios se destinan al California Wildlife Center, que ayuda a la fauna salvaje. Solo se han producido unos pocos cientos de frascos — disponibles exclusivamente en la web de Flamingo Estate. ¿No llegaste a tiempo? No pasa nada — la receta está en el libro de Pamela Con amor: recetas desde el corazón.