Glúteos firmes sin gimnasio: nuevos métodos eficaces

Los procedimientos estéticos modernos pueden hacer que los glúteos sean firmes y redondeados, casi al nivel de los entrenamientos funcionales de gimnasio o las intervenciones quirúrgicas.

Inyecciones de ácido poliláctico

El ácido poliláctico es uno de los estimuladores de colágeno más potentes. Las inyecciones no añaden volumen por sí solas, pero activan la síntesis de colágeno, lo que fortalece y tensa los tejidos. Este tratamiento es especialmente eficaz para restaurar la firmeza perdida por una pérdida de peso repentina o inducida por medicamentos.

El producto se inyecta con una cánula —una aguja larga con una punta redondeada—; se puede aplicar anestesia local si es necesario. El procedimiento es bastante cómodo, aunque al día siguiente se puede sentir como si se tuvieras agujetas tras un entrenamiento intenso. Esta sensación desaparece en una semana. Durante este tiempo, es necesario realizar masajes siguiendo la regla 5×5 (cinco veces al día durante cinco minutos) para distribuir uniformemente la sustancia.

Después de tres meses, cuando el colágeno natural ya se haya formado, se debe visitar al médico para determinar si es necesario repetir la sesión. Por lo general, bastan dos. El procedimiento no se recomienda a personas con disfunción tiroidea, enfermedades autoinmunes o deficiencias de vitamina D, ferritina o proteína total, ya que estas condiciones dificultan la síntesis de colágeno.

Masaje con aparatología

El masaje en la parte posterior de los muslos es beneficioso incluso para quienes entrenan regularmente, y aún más para quienes no lo hacen. La avanzada tecnología Starvac combina el masaje con rodillo y vacío con drenaje linfático. Los cabezales especiales agarran suavemente la piel y la hacen rodar entre los rodillos. Esto estimula la microcirculación de la sangre y la linfa, tonifica los músculos y la piel, activa la producción de colágeno y ayuda a descomponer los depósitos de grasa.

Se recomienda combinar Starvac con el entrenamiento pasivo EMS Body Lab de Asklepion: el dispositivo utiliza impulsos eléctricos para estimular los músculos profundos de los glúteos, tonificándolos y fortaleciéndolos, además de mejorar el drenaje linfático.

Esta combinación es un excelente antídoto contra la flacidez y la celulitis. Lo ideal es realizar un curso de 8 a 12 sesiones.

Lifting por radiofrecuencia con microagujas

El RF con microagujas se considera uno de los métodos más eficaces para mejorar el aspecto de los glúteos. El principio es simple: agujas finas crean microperforaciones mientras calientan la piel con energía de radiofrecuencia, lo que activa la producción de nuevo colágeno.

Este tratamiento es ideal para pacientes con celulitis incipiente o ligera flacidez cutánea. Los resultados son notables: la piel se vuelve más firme, elástica y uniforme, y las estrías se vuelven menos visibles. Sin embargo, esperar que el RF “reduzca varias tallas” o elimine la celulitis edematosa severa no es realista. RF no es una alternativa a la cirugía y no puede reemplazar la liposucción.

El tratamiento puede resultar algo doloroso, por lo que se aplica una crema anestésica antes de la sesión. En los primeros días puede haber enrojecimiento e hinchazón; las marcas desaparecen en una semana. Durante este tiempo, se deben evitar los entrenamientos, las saunas y la exposición solar, utilizando solo productos calmantes. En 5–7 días, la piel se normaliza y empieza a notarse el efecto lifting.

Los tratamientos con RF suelen combinarse con masajes para mantener la firmeza de la piel y con inyecciones de polinucleótidos o exosomas, administradas antes, durante o después de la sesión, para acelerar la recuperación y potenciar los resultados.

Una sola sesión no ofrece resultados definitivos; normalmente se necesita un curso de 3 a 4 tratamientos con intervalos de 4 a 5 semanas. Requiere tiempo, dinero y paciencia. Pero quienes llegan con expectativas realistas logran exactamente lo que desean: glúteos tersos y tonificados.