Espino amarillo: la baya soleada de la salud, o por qué deberías añadirla a tu dieta hoy mismo

Parece un pequeño sol y su sabor es una sorpresa ácida que no a todos les gusta. Pero el espino amarillo no es solo una «exótica de jardín» o un ingrediente de la mermelada de la abuela. Es una auténtica bomba de vitaminas, capaz de recargar el cuerpo durante la temporada de resfriados y días grises.

Parece un pequeño sol y su sabor es una sorpresa ácida que no a todos les gusta. Pero el espino amarillo no es solo una «exótica de jardín» o un ingrediente de la mermelada de la abuela. Es una auténtica bomba de vitaminas, capaz de recargar el cuerpo durante la temporada de resfriados y días grises.

Pequeña pero con carácter

Las bayas frescas rara vez se consumen debido a su marcado sabor ácido. Sin embargo, se utilizan para hacer deliciosas mermeladas, confituras, zumos e incluso yogures. Y no es casualidad: estos frutos soleados esconden unas 200 sustancias beneficiosas —desde vitaminas hasta antioxidantes.

Vitamina C — más que en las naranjas

¿Sabes quién es el verdadero campeón en vitamina C? No, no es la naranja. El espino amarillo contiene hasta 275 mg de ácido ascórbico por cada 100 g —¡cinco veces más que los cítricos!

Y la vitamina C no sirve solo «contra los resfriados». Fortalece los vasos sanguíneos, protege las células del envejecimiento y ayuda a que la piel se mantenga firme y radiante. El único «pero»: con el calor, parte de la vitamina se destruye, por lo que el espino amarillo fresco o triturado con azúcar es más beneficioso que la mermelada.

Vitaminas del grupo B — energía y calma

Si a menudo te sientes cansada o estresada, recuerda las vitaminas del grupo B. Son responsables de la producción de energía y de la salud del sistema nervioso. Y aunque normalmente las obtenemos de la carne, el espino amarillo también ofrece un impresionante conjunto: B2, B3, B6 e incluso B12. Una rareza entre los productos vegetales, por lo que esta baya es especialmente valiosa para quienes no consumen carne o pescado.

Vitamina A — para la piel y la vista

El brillante color naranja de las bayas se debe a los carotenoides, que se transforman en vitamina A. Es esencial para la vista, la piel y el sistema inmunológico. Incluso una pequeña porción de espino amarillo puede cubrir la dosis diaria de esta vitamina. Así que, si quieres brillar sin iluminador, un par de cucharadas de puré de espino amarillo te ayudarán.

Antioxidantes contra el estrés — no solo interno

El espino amarillo es rico en polifenoles y flavonoides, que combaten los radicales libres, los «culpables» del envejecimiento y la inflamación. En cuanto a concentración de estas sustancias, el espino amarillo supera incluso la rosa mosqueta y los arándanos. Y aunque la ciencia aún no ha demostrado que proteja realmente contra los resfriados, indudablemente ayuda a mantener el sistema inmunológico en forma.