¿Alguna vez te has preguntado si los alimentos comunes en tu mesa pueden ser enemigos sigilosos de tus arterias? Las arterias saludables suministran oxígeno y nutrientes al cuerpo y mantienen la presión arterial en niveles normales.
¿Alguna vez te has preguntado si los alimentos comunes en tu mesa pueden ser enemigos sigilosos de tus arterias? Las arterias saludables suministran oxígeno y nutrientes al cuerpo y mantienen la presión arterial en niveles normales. Pero algunos alimentos literalmente “obstruyen” nuestros vasos sanguíneos, reduciendo su elasticidad y aumentando la carga sobre el corazón. Aquí te contamos qué conviene eliminar de la dieta para proteger tu salud y energía.
Amados por muchos desde la infancia, pero engañosos. Ricos en carbohidratos refinados y grasas trans, aceleran la formación de depósitos de grasa en las arterias y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Bello y suave, pero pobre en fibra. Eleva el azúcar en sangre, estimula la producción de insulina y engrosa las paredes de las arterias. Los vasos pierden elasticidad y el corazón trabaja más.
Sal + grasas saturadas = estrés para los vasos sanguíneos. El exceso de sodio aumenta la presión, mientras que las grasas aceleran la formación de placas ateroscleróticas.
Demasiada sal y aditivos químicos. Su consumo frecuente provoca inflamación de los vasos y aumenta el riesgo de aterosclerosis.
Margarina, repostería industrial y comidas congeladas – fuente de colesterol “malo”. Reducen la elasticidad de los vasos y aumentan el riesgo de ataques cardíacos.
El azúcar en el bol de la mañana parece inofensivo, pero su consumo habitual conduce al engrosamiento de las arterias y problemas cardiovasculares.
Embutidos, jamón, tocino – demasiado sal y grasas. Los vasos pierden elasticidad, aumenta la presión y crece el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Res, cerdo, cordero – las grasas saturadas elevan el colesterol “malo”, los vasos se vuelven menos elásticos y el corazón trabaja más.
Sí, deliciosa, pero las grasas saturadas se acumulan en las arterias, provocan inflamación y elevan la presión arterial.
Comida rápida y platos preparados – azúcar, sal, grasas trans, conservantes. Todo esto acelera la inflamación y favorece la formación de placas ateroscleróticas.
Refrescos, cola y otras bebidas azucaradas provocan picos de glucosa, aumentan la insulina y depositan grasa en los vasos. Las arterias pierden elasticidad y el corazón trabaja al máximo.
Hamburguesas, papas fritas y platos preparados – grasas saturadas y sal aceleran la acumulación de placas y aumentan la presión arterial.
Muffins, galletas, pasteles – azúcar + grasas trans + grasas saturadas = estrés para las arterias. El consumo frecuente reduce la elasticidad de los vasos y aumenta la carga sobre el corazón.
Los compuestos de colesterol oxidados se forman al freír o secar grasas animales

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