Sandía o melón: qué elegir en verano para disfrutar sin culpa

El verano está en pleno apogeo, el sol calienta y la nevera está llena de frutas jugosas. Y surge la eterna pregunta: ¿qué es más saludable y menos calórico, la sandía o el melón? Hemos investigado y estamos listas para compartir todos los secretos de estas delicias veraniegas.

Calorías: ¿quién “pesa” más?

La sandía es casi una bebida en forma de fruta. Por cada 100 gramos, solo tiene 25–30 calorías, y hasta el 90 % de su peso es agua. Una porción no solo sacia la sed, sino que se siente ligera, como un pequeño pedazo de verano.

El melón es un poco más calórico: alrededor de 35–40 calorías por 100 gramos, porque contiene más azúcar natural. La diferencia con la sandía existe, pero no es significativa: ambas frutas son perfectas para un snack veraniego sin afectar la figura.

Vitaminas: ¿quién es más saludable?

La sandía es rica en licopeno, un potente antioxidante beneficioso para el corazón y los vasos sanguíneos. También contiene vitamina C y algo de vitamina A.

El melón, en cambio, ofrece un espectro más amplio de nutrientes: vitaminas C, A, del grupo B, así como potasio, magnesio y hierro. Si buscas un aporte vitamínico para la piel, el corazón y el sistema nervioso, elige melón.

Beneficios para el organismo

La sandía sacia la sed de manera excelente y ayuda a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo, algo especialmente importante en verano. Se recomienda en caso de retención de líquidos o problemas renales.

El melón es beneficioso para el sistema nervioso y la piel, mejora la digestión y el funcionamiento del corazón. Su dulzura eleva el ánimo, mientras que la fibra cuida del intestino.