Esta tarta de capas simplemente se derrite en la boca, ¡es tan delicada!
Esta tarta de capas simplemente se derrite en la boca, ¡es tan delicada!
Para los bizcochos (diámetro 22 cm):
80 g de mantequilla a temperatura ambiente
100 g de azúcar
2 huevos
300 ml de leche
1/2 cucharadita de polvo de hornear
800-900 g de harina
Para la crema:
750 ml de nata (33-35%)
Azúcar glas (al gusto)
Cómo preparar los bizcochos:
Batir la mantequilla con el azúcar en un bol. Añadir los huevos y batir nuevamente con la batidora.
Añadir la leche y mezclar.
Mezclar parte de la harina con el polvo de hornear, tamizarla y añadirla a la mezcla de mantequilla y leche. Agregar gradualmente la harina restante. Preste atención a la consistencia: la masa debe ser suave, pero no pegajosa. Cubra el bol con la masa y deje reposar durante 30 minutos en un lugar cálido.
Precalentar el horno a 170°C. Formar la masa en una “longa” y dividirla en 20 partes iguales. Extienda cada parte muy fina sobre una alfombrilla de silicona. Puede cortar la forma usando un anillo de tarta para obtener un círculo del diámetro deseado. Las sobras de masa pueden usarse para decorar la tarta. Debe obtener 20 bizcochos.
Hornear los bizcochos durante unos 4-5 minutos, hasta que estén ligeramente dorados.
Es mejor preparar la crema con antelación para que pueda untarla inmediatamente sobre los bizcochos aún tibios. Esto evitará que se sequen o se deformen, y la tarta quedará uniforme y ordenada.
Use nata al 35% para el relleno. Tamice el azúcar glas sobre la nata fría y agregue extracto de vainilla.
Batir con la batidora a máxima velocidad hasta que se forme una masa espesa y aireada.
Montar la tarta:
Unta cada bizcocho con la crema batida y apílalos.
Extiende crema en la capa superior y espolvorea con cacao en polvo.
Refrigera la tarta durante 2-3 horas. ¡Disfruta del increíble sabor tan delicado!
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