¿Cuántas veces te has preguntado realmente qué desayunas? Muchas veces la mano se dirige automáticamente a una tostada con mermelada, cereales o una taza de café para llevar. Pero con solo un pequeño cambio —añadir huevos a tu desayuno— en unas semanas notarás que tu cuerpo te lo agradece.
¿Cuántas veces te has preguntado realmente qué desayunas? Muchas veces la mano se dirige automáticamente a una tostada con mermelada, cereales o una taza de café para llevar. Pero con solo un pequeño cambio —añadir huevos a tu desayuno— en unas semanas notarás que tu cuerpo te lo agradece.
La naturópata francesa Juliette Andraux afirma que los huevos son uno de los alimentos más completos que existen. Y tiene razón. Un huevo contiene proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas A, D, E, B12, colina (esencial para el cerebro y el hígado), además de selenio y zinc. Todo lo necesario para sentirte llena de energía, satisfecha y concentrada.
Durante mucho tiempo se acusó a los huevos de tener demasiado colesterol. Hoy la ciencia demuestra que el colesterol alimentario no es peligroso si llevas una dieta equilibrada. Lo importante es elegir huevos de calidad: orgánicos, de gallinas criadas al aire libre, preferiblemente de productores locales en quienes confíes.
1. Tendrás niveles de energía más estables
Los huevos sacian durante mucho tiempo. Se acaban los picoteos mañaneros y las ganas de dulce; llegarás a la hora del almuerzo sin pensar en croissants.
2. Mejorarás tu estado de ánimo
La colina y las vitaminas del grupo B nutren el sistema nervioso. Estarás más tranquila, centrada y menos irritable.
3. Tu cerebro te lo agradecerá
La colina mejora la memoria, la concentración y puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo con la edad.
4. Tu cabello será más fuerte y brillante
El azufre, la biotina y los aminoácidos favorecen el crecimiento del cabello, fortalecen las uñas y mejoran la piel.
5. Tendrás un mejor equilibrio hormonal
El colesterol no es un enemigo, es la base para sintetizar las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona y testosterona). Sí, también para las mujeres. Y sí, lo necesitas.
6. Menos fatiga visual
La luteína y la zeaxantina filtran la luz azul de las pantallas y protegen la retina.
Cuanto más suave sea la cocción, mejor. Los huevos pasados por agua, pochados o ligeramente revueltos mantienen mejor las vitaminas A, D y la colina, sensibles al calor. Los huevos duros y las tortillas pierden parte de sus nutrientes y las grasas pueden oxidarse.
Dos huevos al día es una cantidad ideal. Especialmente si llevas una vida activa o sigues una dieta vegetariana con énfasis en proteínas. Lo esencial es escuchar a tu cuerpo y elegir calidad, no dejarse llevar por viejos mitos.
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