El té no es solo una bebida reconfortante, sino también una verdadera fuente de beneficios para la salud.
El té no es solo una bebida reconfortante, sino también una verdadera fuente de beneficios para la salud. Y su efecto puede potenciarse con unos pocos ingredientes sencillos y accesibles.
La chef y dietista Jackie Newgent afirma que la menta ayuda a relajarse y reduce el estrés y la ansiedad. Su aroma tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
Además, estimula la secreción de bilis y reduce los espasmos intestinales, lo que alivia la hinchazón, la pesadez estomacal o las náuseas.
Los aceites esenciales de la menta, especialmente el mentol, también ayudan a limpiar las vías respiratorias y facilitan la respiración durante resfriados o alergias.
Otros estudios muestran que el mentol tiene un efecto relajante que puede ayudar a disminuir el estrés.
La dulzura no es lo único bueno de las frutas. Preparar infusiones con frutas añade fibra, vitaminas y antioxidantes.
Todas las frutas aportan muchos antioxidantes, especialmente las de temporada, cuando están en su punto óptimo de maduración y sabor. Combinaciones ideales: arándanos con té negro, duraznos con té blanco y mango con té verde.
Los aromas frutales también mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y promueven la relajación (como menta con limón o manzana con canela).
La cáscara y el jugo de naranja o limón no solo potencian el sabor del té, sino que también aportan beneficios para la salud.
Añadir jugo de limón a una taza de té aporta vitamina C, un potente antioxidante con propiedades antiinflamatorias.
Las cáscaras también contienen polifenoles, vitamina C y un aroma agradable.
Estudios relacionan el consumo de cítricos con una reducción del riesgo de cáncer de pulmón y beneficios neurológicos gracias a los flavonoides.
El té (especialmente el negro o verde) contiene taninos que pueden irritar la mucosa del estómago. La leche reduce este efecto al cubrir el estómago, haciendo la bebida más suave.
Además, suaviza el sabor del té, especialmente si es muy fuerte o amargo.
La leche contiene proteínas, calcio y vitaminas del grupo B, lo que eleva ligeramente el valor nutritivo de la bebida.
Según estudios, la leche no solo reduce el amargor, sino también el impacto del té en los dientes.
El té de jengibre es un remedio popular para mejorar la digestión. Incluso sin una bolsita específica, un poco de jengibre fresco, en polvo o extracto ya ofrece beneficios.
Lo mejor es preparar una infusión con jengibre para aliviar posibles molestias gastrointestinales.
El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas.
Además, si tienes náuseas, una taza de té con jengibre puede ayudar a calmarlas. También mejora la digestión y previene el malestar estomacal y los vómitos.
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